lunes, 31 de marzo de 2014

Mundo de entrevistas de Luis Pulido Ritter

Nueva Publicación de Aurora Boreal en 
formato ebook 

El nuevo libro que presentamos para descarga, Mundo de entrevistas,  reúne cuarenta y dos entrevistas a diferentes escritores y artistas. Además, incluye  cuarenta y un reseñas de libros de estos autores. Se trata de la compilación de la obra periodística  realizada por el escritor Luis Pulido Ritter entre octubre de 2010 y marzo de 2014  para el periódico La Estrella de Panamá, un reto nada fácil porque el autor ha intentado atrapar el espíritu de un libro y de un autor en cinco preguntas. Es un recorrido espiritual y geográfico que cruza fronteras, en el que el autor ha recorrido toda nuestra América –Caribe incluido, por supuesto- a través de sus diálogos con los autores entrevistados.


viernes, 28 de marzo de 2014

Menos cuento que Calleja en formato epub

Portada Menos cuento que Calleja

Ya se puede adquirir Menos cuento que Calleja de Encarnita Vital Sacramento, también en formato epub en Tagus Casa del Libro.

Ver ficha en:


Próximamente estará disponible en Amazon Kindle, Apple, Barnes and Nobles, Casa del libro, Kobo y otros portales que iremos difundiendo.

Cuando la imaginación nos acusa

Cuando la imaginación nos acusa. 
Sobre El desmemoriado de Fabio Martínez

Por Marcos Fabián Herrera

A Ray Bradbury  debemos que acuarelas  de fantasía nos hayan hecho reflexionar sobre la deshumanización de la ciencia  y el desvanecimiento de las fronteras éticas. El desenfreno  en la experimentación científica y la hegemonía de la técnica, nos ha recordado  vaticinios gestados en la fecundidad literaria: Un mundo panóptico controlado por un ojo ciclópeo que escudriña a los humanos sin empacho; urbes narcotizadas y sometidas al culto frívolo que imponen humanoides; y cuadrillas de hombres empecinados en incinerar todo vestigio libresco en la tierra, son apenas algunos de los atisbos que  la literatura ha osado en dibujar sobre los inciertos días del futuro.

Pero también los ensayistas han diseccionado el tema. Quizás una de las nostalgias más enquistadas en la reflexión contemporánea de los pensadores de la cultura sea la del acervo letrado que se diluye en medio del barullo de esta época sin asidero;  la supremacía del fragmento, la fugacidad del dato y la eclosión de alfabetos torpes y formatos multidimensionales, dejan perplejos a los cofrades de Gutenberg.

El Desmemoriado de Fabio Martínez, ficción de sangre Braudburiana, ha tenido como umbral un señuelo propio de la lúdica literaria: Una caja de pandora que se abre la noche del 19 de diciembre del 2012 cuando Pitty introduce en el programa Novel las palabras “memoria”, “Manzana” y “Pitty”.  Así,  obtiene la novela que la agobiante vida de empleado de la multinacional  memoria Babel le ha impedido escribir, y  surgen las 174 páginas de este artilugio  apocalíptico y crudo, premonitorio  y futurista.

Pitty Caballero Santos es un profesor de la universidad Nacional, que por sus habituales jornadas licenciosas, no llega a tiempo al lugar en el que se entregan las tabletas electrónicas que permiten el ingreso a la nueva sociedad virtual. Sometidos a las privaciones que genera  el carecer de este artefacto, él y su esposa, Manzana Siachoque, deberán sortear dificultades por ser seres confinados al ostracismo  y desterrados de la legalidad digital.

Si el pensamiento se extingue y la información se ensancha en las múltiples formas que posibilita los atavíos de la virtualidad, tendrá pertinencia preguntar, ante la desazón del profesor Pitty que pierde su bagaje cultivado con la pertinacia propia del intelectual decimonónico:
Para qué leer un libro si todo está sintetizado en Wikipedia; para qué pergeñar un buen verso si ya todo está escrito en la memoria de Babel y circula en la red; para qué dibujar un plano, una figura o un paisaje si existen miles de programas que hacen esto mejor tú; para qué traducir un libro si ya tienes miles de softwares que te lo traducen y lo  hacen mejor que tú; para qué crear una composición musical si la puedes bajar por internet; para qué pensar si existen miles de programas virtuales que piensan por ti, ahorrándote el camello intelectual de pensar. El pensar es un camello, que para poder atravesar el desierto de la ignorancia, tiene para ello dos gibas en su cuerpo llenas de agua.
Pero aún hay más: en esta novela de Fabio Martínez, escrita en clave de humor, rasgo característico de su narrativa, la urbe poblada de clones y escindida de la llanura prosaica, comarca marginal destinada a los pobres desprovistos de la sofisticación imperante, es el escenario en el que el amor deja de ser el sentimiento de mayor hondura humana para reemplazar el jadeo amatorio por el azogue de la pantalla del laptop. Si la máquina se ve empoderada de tal manera que hasta el contacto corporal se vuelve anacrónico, los Alfas, etnia virtual que propugna la extinción de los humanos y el triunfo de la inteligencia virtual, simbolizan los seres deshumanizados que ya se advierten en nuestros días. Por su parte los Betas, son hombres que pregonan el retorno a lo natural y sencillo, para así derrotar aquel mundo quimérico y ficcional, que un día se habían inventado para fortalecer, supuestamente, las comunicaciones interhumanas. 

Tendrá que sucumbir el omnímodo sistema virtual, retornar la primigenia  penumbra en la que un abrazo y un verso se permitan erizar de nuevo la piel, para que Bogotá, urbe controlada por el presidente desde su tótem de Monserrate, redescubra la gracia de lo elemental. Es por todo  ello que debemos leer esta novela, para reafirmar que de la literatura siempre sale el efluvio que anuncia los malestares del hombre, y que los raudos tiempos que corren nos convierten en marionetas de una orquestada comedia virtual.
Fabio Martínez


Si las buenas novelas han de llevar a los lectores a los entresijos del caos para develar los  espejismos, y los libros son el último refugio de quienes desdeñan la estolidez, El Desmemoriado de Fabio Martínez puede ser la primera pócima para beber antes de caer el embotamiento mental que enajenó a Pitty y lo condenó al automatismo de los zombis. 


martes, 25 de marzo de 2014

Leopoldo María Panero: Caronte en el infierno

CARONTE EN EL INFIERNO O 
EL UNIVERSO ALUCINADO DE LEOPOLDO MARÍA PANERO

POR PEDRO GARCÍA CUETO

  Leopoldo María Panero vivió una existencia alucinada, desde esa juventud en la que su padre, el poeta falangista Leopoldo Panero, infundió una personalidad autoritaria a sus hijos, con una madre, Felicidad Blanc, que también mantuvo una rigor de mujer burguesa en la acomodada vida de la familia. Sus hijos, Juan Luis, Michi y Leopoldo, quedaron tocados por la influencia poderosa de unos padres que les dieron cultura, pero también el rigor de la biempensante sociedad de la época, donde los pecados son para adentro y por fuera hay que adoptar la pose de los guapos y felices.

   Esta hipocresía pesó mucho en Leopoldo María, poeta desde niño, hombre que vio la desmesura de la vida desde muy pronto, en 1968 fue el año de su primer libro, de su primer intento de suicidio, de su ingreso en el Instituto Frenopático de Barcelona y de su paso por la Cárcel de Carabanchel después de que lo detuvieran en Madrid, junto a Eduardo Haro Ibars, por consumo de marihuana y le aplicaran la famosa Ley de Vagos y Maleantes.

    Ese mismo año escribe Así se fundó Carnaby Street, que fue publicado en 1970, donde Panero ya expresa su desidia de la vida, con versos rotos por los cuatro costados, llenos de luces y sombras, el poeta es Caronte, el barquero que lleva a los poetas consagrados al infierno, a través de la laguna Estigia. La comparación viene porque Panero es el hombre que cabalga entra la razón y la locura, el hombre que ve más allá que los demás, un visionario del horror de la vida, con destellos de lucidez y felicidad.

   Llegaron Teoría (1973), Narciso en el acorde último de las flautas (1979), El último hombre (1983), Heroína y otros poemas (1992), Orfebre (1994), Guarida de un animal que no existe (1998), Locos de altar (2010). Luego, Visor, con la mano segura de Chus, el editor, publicó su Poesía, en la edición de uno de los mejores estudiosos de su obra, el profesor Túa Blesa.

   De Panero podemos destacar ese afán de hacer del poema una escritura automática, como si viniese precedida del surrealismo que lideró Breton, la poesía es un acto de inconsciencia, surge de dentro, no debe ser sometido a un proceso de racionalización, sino que llega y se queda en el poema, para que el lector capte las luces y las sombras que el verso lleva dentro. Sin duda, Leopoldo conoce el dolor, lo transmite y escribe, perdido ante el idioma que le enamora, pero que a la vez, le hace sufrir, en una ascesis que es búsqueda del alma, en un camino oscuro, como fue el de nuestros místicos, en el proceso anterior a la armonía del hombre y Dios.

   Panero escribe, envuelto en el proceso extraño de la mente, el sueño de la razón que produce monstruos y que, en Panero, produce poesía rota, con fisuras, pero con destellos, de una luminosidad cegadora, que hace del poema un mosaico de traducción y descubrimiento. El poema es, sin duda alguna, un espejo donde mirarse, donde vemos la deformación del ser, pero, a ratos, la figura tal y como es, con sus anhelos y sus sueños, pero también, en sus sombras, con sus fracasos.

    Panero desbordaba, pedía incesantemente, en las conferencias, Coca-Cola, con whisky, a veces, también fumaba compulsivamente, era incoherente en el decir, pero brillante cuando escribía, desde el infierno en el que habitaba, paseando su góndola, llevando a los otros poeta, entre ellos su padre, con el odio y el amor en el rostro herido y su madre, en el complejo de Edipo que arrastraba desde su juventud.

   Sus versos son llama que se incendia, por ello, cito estos que llegan adentro, te hacen pensar, envueltos en la herida de la vida:
“Y así vivir es mendigar a tus puertas / y esperar a tus pies, y soñar tu mirada en el limbo..”
    Panero sabe que escribir es un acto de fe, con la vida, una postura existencial, que no tiene nada que ver con Dios, sino una forma de afianzarse a la vida, para eternizarse en el instante del decir, ya que no lo somos en nuestra existencia, marcada por la muerte futura:
“Yo no sé cómo puede ser tan inmensa mi muerte / ni cuál es el misterio que hace pasar los días…”.
     Extractos del poema “Epílogo” de su libro Last River Together, donde Panero ya nos habla de la vida y la muerte, dos espejos que se complementan, que son uno, en realidad. Pero también nos habla de la locura, del hombre solo que ya está marcado por el estigma de lo que no se ve, una luz que solo contempla él, un espacio donde conviven la cordura y la locura a la vez:
“Quiénes son los hombres que se separan del resto / y andan solos y creen ver en las tinieblas / y se ríen como si supieran, / y andan solos como si supieran…”.
    Panero vive su vacío en este poema titulado “El tesoro de Sierra Madre” de su libro El que no ve, título cinéfilo, porque nos recuerda a la famosa película de Huston, su soledad, sus fantasmas, convive con los ruidos interiores, que solo oye él y que lo hacen un hombre invisible y despreciado, un ser apestado para el resto, donde vive la convencionalidad, la razón y las buenas maneras, porque Panero ha pasado el límite, como Novalis, Rimbaud o Robert Walser, seres heridos por la vida, que se refugian en la locura, para salvar lo que queda de la infancia perdida, seres incomprendidos en el mundo y desterrados de la vida.

    Fue Panero un hombre único, un ser dotado de la savia que le daba la espontaneidad y el dolor, un hombre que paseó su mirada alucinada por la vida, que fue incomprendido por la mayoría, pero entendido por unos pocos, un hombre marcado por unos padres que le enseñaron el saber estar, que nunca caló en él, porque no era más que hipocresía y mentira, su rebeldía fue su carta de presentación, su muerte, un silencio final, tras el fallecimiento de sus hermanos, seres devastados por la vida, por la droga y el alcohol, pero también por un dolor interior que está por encima de cualquier alivio artificial.


    Como Caronte, Panero navegó en la laguna Estigia, ahora Huerga y Fierro, con Antonio y Charo, editores clásicos y llenos de certidumbres, editarán su último libro, dentro de poco, La rosa enferma, título que ya nos dice todo, la belleza de la vida está enferma, porque siempre el dolor está detrás, Panero lo sabía y  con su muerte se llevó el secreto de las sombras, ahora navega en el Infierno, con otros poetas, quizá riéndose de todos nosotros, por sacralizar la vida, cuando vale tan poco en realidad.

domingo, 16 de marzo de 2014

Madrid y algunos de sus escritores de prestigio

MADRID Y ALGUNOS DE SUS ESCRITORES DE PRESTIGIO

Por Pedro García Cueto


  
Café literario Pombo, Solana, 1920
Hablar de Madrid es hablar de una ciudad que ha presenciado siglos de historia, donde han convivido escritores de notable prestigio, que han ensalzado la ciudad en su poesía o en su prosa.

   Figuras como Lope de Vega o Quevedo han hecho de Madrid el lugar idóneo para su crítica política, no hay que olvidar que Quevedo escribe su Epístola censoria al Conde duque de Olivares que le valdrá la cárcel en Madrid.

  Madrid se convierte en sede de conspiraciones en el siglo XIX, donde generales golpistas dedican su tiempo en cambiar los regímenes políticos o escritores no madrileños van trazando, como Benito Pérez Galdós, el mundo y la vida madrileña en sus páginas. No hay que olvidar que Fortunata y Jacinta, una de las novelas esenciales de Galdós (autor canario), transcurre en Madrid, la Cava Baja, la Plaza de la Cebada, la Plaza Mayor, la Puerta del Sol, son escenarios de las novelas de Galdós.

   Retomará el reto Pío Baroja, ya perteneciente a la Generación del 98, cuando en La busca nos hable del Madrid por el que transcurren los personajes, un Madrid de hampa, de calles sucias, pero también de luz y de bellos amaneceres. Otro cronista de Madrid fue Ramón de Mesonero Romanos, perteneciente al Costumbrismo español (1830 aproximadamente) escribió sus Escenas Matritenses.

   Pero hay otros escritores del Madrid de principios del siglo XX, cuando triunfaba el maestro Chapí y la zarzuela. La gente hablaba como los personajes de un eminente autor teatral, Carlos Arniches. Me refiero a un hombre que hizo de la extravagancia su forma de entender la vida, un hombre que creó la famosa tertulia en el café Pombo, que paseó con un elefante por la ciudad, que creó las famosas Greguerías, me refiero a Ramón Gómez de la Serna.

    Este hombre, autor de novelas como El rastro, El novelista, La viuda blanca y negra, El secreto del acueducto y El circo, entre otras muchas, escribe sus impresiones de la ciudad que le ha visto nacer, con pluma de esmerada proporción, con fino estilete, con juego de malabares en las manos para hacer del idioma un arte de paradojas, una chanza en la que el lector sepa siempre reconocer la ironía, el lenguaje musical y provocador, de este hombre peculiar.

   Oigamos su voz a través de las líneas finas que va trazando como si compusiese un esmerado espejo donde podemos ver el contenido, la forma de irradiar luz con las palabras, simples, pero hondos malabares del lenguaje:
“No se podía ir a Madrid, y si se iba se llegaba lleno de polvo, un polvo que no se iba de las botas aunque fuesen de charol y aunque se llevase en el bolsillo el pañolito de aseo con el que sacudirlas como criado de sus propias botas.  A veces los moradores del barrio de Doña Benita  se paseaban por otros barrios tan pobres como él, escogiendo mucho la Prosperidad; pero veían que hasta aquellos andurriales eran más distinguidos, pues por las ventanas se veían las orlas de retratos de los que han estudiado una carrera”.
    Para Gómez de la Serna el lenguaje es un rayo de luz que fulmina a su paso, dejándonos su transparencia en los ojos, como cuando compara los faroles de la ciudad con hombres gigantes:
“Son hombres gigantes –dos metros cuarenta- que lo ven todo con serenidad y con luz suficiente. No tienen impaciencia y no se apoyan en un pie y después en otro. Están siempre apoyados en el mismo pie, con rigidez de hierro”.
  
Ramón Gómez de la Serna
Gómez de la Serna fue animador de tertulias, creador de neologismos, hombre de taberna y de baile, pero también de teatro (no hay que olvidar su teatro absurdo, siguiendo a Artaud), pero fue también un hombre que tuvo que exiliarse y que, ya comprometido con la derecha, fue alejando su deseo de volver, hasta morir en Buenos Aires.

    Fue un enamorado de Madrid, de sus calles, de su Retiro, el gran parque donde los sueños se hacen realidad, con su embarcadero, pero también fue un hombre cosmopolita que soñó despierto, en sus novelas, con los lugares más exóticos del mundo.

   Y, por último, otro escritor madrileño, amigo de Lorca y de otros autores de la Generación del 27 (Aleixandre, Guillén, Salinas), fiel enemigo, sin embargo, del iracundo Juan Ramón Jiménez, quien detestaba de Bergamín su comunismo embebido de catolicismo como cuando creó la muy conservadora revista Cruz y Raya.

    Fuera de todo tema político, Bergamín fue también un artífice del lenguaje, un hombre que en sólo unas líneas inundaba la página de luz, con haces que iban deslumbrando, con la artesanía del hombre del verso que triunfa en la prosa, una prosa poética de magnitud insospechada. Dejo aquí una imagen de esa mirada al mundo del toreo en su famoso estudio Arte mágica del toreo:
“En el toreo, como en el baile, no hay más que una emoción verdadera y vida, la estética, artística y poética, o como mejor lo queráis llamar; y que es la única verdaderamente, profundamente, vivamente humana: la emoción del estilo”.
    La comparación con la danza, que es erótica, como dice en otra línea del ensayo y “de muerte” en el toreo, nos sobrecoge, porque el toreo es emoción contenida, es un juego de espejos donde el toro va buscando al torero, lo sigue, éste baila con el toro, lo lleva a su terreno, como en el baile, cuando alguien nos lleva e inicia el periplo del deseo que tendrá su consumación en el acto amoroso. Aquí, simbólicamente, (como diría Lorca) es la muerte, único final para rendir tributo a una fiesta ancestral que puede provocarnos dolor (Cernuda siempre la detestó como otros muchos, incluso aún hiere mi sensibilidad), pero que no le pueda ser negada la belleza del arte que lleva dentro.

    También nos deja Bergamín, he ahí su sabiduría, por mucho que le pesase al gran Juan Ramón Jiménez, un estudio de Madrid, Don Aire de Madrid, donde hace un repaso a lugares y obras madrileñas, como La Dorotea de Lope de Vega o Los Autos Sacramentales de Calderón de la Barca, el de Galdós y Arniches, entre otros.

   Cito, para terminar, unas líneas del estudio de Bergamín titulado España en el recuerdo (El Madrid de los madriles), cuando dice sobre la ciudad en la que vivo y que ha sido testigo de tantos momentos felices, lo que sigue:
  “Digo que el Madrid de los Madriles que recordamos, para que sea por su recuerdo el de la esperanza, es el que se ensangrienta, desentraña y descorazona a sí mismo en 1808 como en 1936. El Madrid de los Madriles, el de la España eterna”.
   Y, dice, para no extenderme en todo el texto, al final, algo que es hondo y verdadero: “Madrid como creador de España entera, es su tierra la palabra española en el tiempo”.


    Después de Bergamín, la lista de madrileños ilustres en las letras es muy extenso, pero no hay que olvidar a un muy denostado por sus ideas políticas conservadoras, pero muy interesante en sus artículos y en su muy notable novela Madrid, de corte a checa, sobre la Guerra Civil española, un documento necesario, pese a ser incómodo para muchos, pero también la importancia de Javier Marías, un novelista madrileño o Almudena Grandes, que ahora escribe un buen fresco sobre la novela de la guerra al estilo de Galdós. Hay muchos otros, pero Madrid nos mira, nos contempla y nos engalana para que seamos algo más que una estampa de los grandes pintores del Barroco, Velázquez o Goya, madrileños ilustres, seamos, en definitiva, héroes de nuestro tiempo en el difícil camino de cada día, escribiendo, trabajando, amando, hagamos lo que hagamos, mientras la ciudad, como Nueva York en la famosa canción, nunca duerme.

domingo, 9 de marzo de 2014

Nace la Coalición prointernet

NOTA DE PRENSA

Editores, medios, agregadores… fundan Coalición Prointernet

Una decena de empresas y organizaciones procedentes de diversos sectores económicos han decidido lanzar de forma conjunta la Coalición Prointernet, una plataforma que tiene en común una visión abierta e innovadora del entorno digital y su firme rechazo a determinados aspectos concretos del proyecto de reforma de Ley de Propiedad Intelectual (LPI). Entre las entidades fundadoras de Coalición Prointernet se encuentran la asociación de editores de prensa AEEPP, la Asociación Española de Economía Digital (ADigital), la Asociación de Internautas, Google, Menéame, Weblogs,  Hipertextual, Adslzone, los medios 20minutos.es y eldiario.es, así como profesionalesde la comunicación del sector digital a título individual. Coalición Prointernet está abierta a adhesiones de cuantos compartan su ideario.

Coalición Prointernet considera que la iniciativa normativa del Gobierno sobre la LPI que pretende institucionalizar un canon digital en favor de determinados editores de prensa y restringir el derecho a la copia privada, va contra los fundamentos de Internet y del desarrollo del mundo digital. La Coalición Prointernet manifiesta su apoyo a la protección de los derechos de autor en Internet, pero cree que se necesita una reforma que permita además la creación de nuevos modelos de negocio y de gestión, teniendo en cuenta a Internet como elemento transformador de todas las actividades económicas.
Coalición Prointernet promueve la innovación y aboga por la libertad de expresión, de empresa y de información en la Red; es partidaria de que los autores tengan libertad de elegir cómo y quién gestiona sus derechos, y considera que no ha de implantarse un nuevo canon digital exclusivo en favor de determinados editores de prensa.
Coalición Prointernet, que está abierta a adhesiones de todas las entidades, organizaciones, empresas e individuos que compartan este ideario y objetivos, reclama a los diferentes grupos políticos que van a intervenir en la elaboración de esta nueva normativa que escuchen las diferentes sensibilidades y criterios que hay en la sociedad española en general y en el sector de la comunicación y la economía digital en particular.
Firman esta nota 

Asociación de Editores de Publicaciones (AEEPP)
Asociación Española de la Economía Digital (ADigital)
Asociación de Internautas (AI)
20minutos.es
eldiario.es
Google
Weblogs
Hipertextual
Menéame
Adslzone

Más información en: http://coalicionprointernet.com/

Twitter: @CoalicionProint

jueves, 6 de marzo de 2014

Sociedad Histórico-Filológica de Járkiv (Ucrania): Llamamiento internacional

LLAMAMIENTO RELATIVO A LOS ÚLTIMOS ACONTECIMIENTOS
EN UCRANIA Y JÁRKIV

A todos los estudiosos del mundo, sociedades científicas,
 universitarios, gente de letras y artes

La Sociedad Histórico-Filológica de Járkiv (Kharkiv), fundada en 1886 por los ilustres profesores de la Universidad de Járkiv, dirige este mensaje a la comunidad académica mundial.

Járkiv. Ucrania
El 1 de marzo de 2014, en Járkiv, fue organizado un violento enfrentamiento entre los partidarios de la integración europea de Ucrania y los así llamados adeptos “de la estabilidad y del restablecimiento del orden público”. Los partidarios del Maidán proeuropeo, en número de algo más de 100, mayormente universitarios jóvenes, permanecían pacíficos en el edificio de la Administración Regional habiendo siendo invitados oficialmente por el subgobernador Vasil Jomá todavía el 23 de febrero. Ellos demandaban el nombramiento de un nuevo gobernador en vez del profundamente comprometido Mijailo Dobkin, fiel secuaz del presidente derrocado Víctor Yanukóvich.
El dicho Dobkin junto con su cómplice Guennádiy Kernes, el alcalde de Járkiv (un ex convicto criminal respaldado por el Partido de Regiones de Víctor Yanukóvich) orquestaron un mitin prorruso al que habían acudido cerca de dos mil participantes de la vecina ciudad rusa de Biélgorod, gozando del régimen sin visado entre Ucrania y Rusia. Para evitar enfrentamientos, el Consejo Coordinador del Maidán proeuropeo canceló su propio mitin convocado en el mismo lugar y a la misma hora. Terminado el mitin prorruso, un numeroso grupo de militantes bien entrenados y armados de palos, armas no letales y gas lacrimógeno atacaron el edificio de la Administración Regional, golpearon salvajemente a sus defensores y los arrojaron en medio de la multitud enfurecida prorrusa (y traída, en gran parte, de Rusia) que los siguió maltratando y pataleando. La policía corrompida por el alcalde Kernes no intervino.
Entre los defensores lesionados de la Administración se encontraban Serguiy Zhadán, escritor de renombre internacional, y uno de los miembros de nuestra Sociedad, Valériy Romanóvskyi, Doctor, Profesor asistente de la Universidad de Cultura de Járkiv.
La propaganda y medios de comunicación oficiales de Rusia retratan a los partidarios de la democracia y libertad en Ucrania como nacionalistas radicales y extremistas nazistoides que amenazan la existencia de la comindad rusohablante. Esta retórica goebbelsiana no tiene nada que ver con la realidad ucraniana. Las tendencias nazistas se observan más bien al otro lado. Basta con decir que la persona que izó la bandera rusa en lo alto del edificio de la Administración Regional de la ciudad ucraniana de Járkiv es un ciudadano ruso, habitante de Moscú Mika Ronkainen quien exhibe en la Red su abierta admiración por Adolf Hitler.
Hay pruebas suficientes para afirmar que ésta no es sino una parte de la agresión llevada contra Ucrania por la orden del Presidente ruso Vladímir Putin.
A este respecto, insistimos en declarar que el pretexto de la defensa de los derechos de la población rusohablante de Ucrania, utilizado por la propaganda rusa, no es más que pura invención. El idioma ruso siempre ha funcionado libremente en los medios de comunicación, escuelas y universidades ucranianas y en la vida cotidiana. Ucrania posee una de las mejores legislaciones en el mundo que garantiza los derechos de minorías étnicas, incluyendo escuelas estatales con lengua de enseñanza, además de la rusa, también la tártara de Crimea, la húngara, polaca y rumana. En muchas regiones, incluida la ciudad de Járkiv, es el idioma ucraniano el que necesita protección y apoyo.
Los intentos de jugar la carta étnica y lingüística para desestabilizar la situación en Ucrania viene desde el extranjero. En 22 años de independencia, Ucrania ha aprendido solucionar sus problemas étnicos y lingüísticos de manera responsable y a diferencia de muchos otros países postsoviéticos nunca ha tenido conflictos por motivos étnicos. Resolvemos todos nuestros problemas, cuando los hay, por medio de debates abiertos que resultan en compromisos viables y hacen innecesaria toda intervención exterior.
Lanzamos este llamamiento a la comunidad académica mundial pidiendo que se nos ayude divulgar una información veraz sobre el estado real de cosas en Ucrania. Quienes tienen la posibilidad de dirigirse al público a través de una amplia variedad de medios, les rogamos que lo hagan lo antes posible. Es necesario frenar la campaña de desinformación diseñada por el Kremlin. Queremos que el mundo sepa la verdad. Particularmente, que se dé cuenta de la rabia salvaje mangoneada desde Rusia en Járkiv el último sabado.

En nombre de toda la Sociedad

Presidente                                      Profesor Ígor Mijalyn, PhD, Dlitt 
Secretario permanente             Profesor Asistente Serguiy Vakúlenko, PhD 
Miembro de la Sociedad            Profesor Asistente Ígor Órzhytskyi, PhD, latinoamericanista

martes, 4 de marzo de 2014

Presentación libro: No hay reloj para el olvido

Queridos amigos,
Os adjunto la tarjeta de invitación para la presentación de nuestro nuevo título No hay reloj para el olvido de Martina Robles Rodríguez, el próximo miércoles día 12 de marzo a las 19:30 horas en la Fundación Progreso y Cultura, calle Maldonado nº 53 de Madrid. Contamos con vuestra presencia.







SOBRE LA AUTORA
Martina Robles Rodríguez (Arcos de la Polvorosa, Zamora, 1967). Licenciada en Derecho. Ha desarrollado su actividad profesional en empresas privadas y en diferentes ONGs. Ha sido profesora de estudiantes de Secundaria y ha dirigido y coordinado distintos programas sociales y culturales. Es profesora en talleres de animación a la lectura y de escritura creativa. La Asociación Colegial de Escritores de España ha publicado dos de sus relatos: “Cama caliente“ y “La palabra en el fuego”. Por su parte, el Centro de Estudios de la Mujer, de Las Rozas, Madrid, en el 10º concurso de relatos cortos de María Moliner ha publicado su relato “El sol de abril”.




SOBRE EL LIBRO
Una inesperada llamada de teléfono provoca que Lucía se marche en coche a su pueblo. Poco antes de llegar, sufre un accidente que cambia el rumbo de su vida. Junto a ella, hay un borrador de lo que podría llegar a ser una novela. Las turbulencias del Esla muestra acontecimientos que marcan la infancia, adolescencia y la edad adulta de la protagonista. Pero no solo le afectan a ella. A su madre le arrancan las ganas de cantar y casi de seguir adelante. Una rica sucesión de tramas secundarias sobre el amor, la traición y la amistad atraparán la atención del lector.
No hay reloj para el olvido nos narra con fluidez los distintos modos de vivir y pensar de un hombre que establece que lo que tiene alrededor es mala hierba, causando situaciones que hacen imposible el olvido. Pero la obra nos enseña que siempre puede surgir un extraño que lleve la situación al límite y permita que nazcan nuevas oportunidades.
Esta novela, con un lenguaje claro, explora en los sentimientos y emociones de los personajes que, con esperanza, van resolviendo sus interrogantes.

Juventud de Federico García Lorca


LA JUVENTUD DE FEDERICO GARCÍA LORCA: UN POETA HERIDO POR LA VIDA

POR PEDRO GARCÍA CUETO

   Nació el poeta granadino en Fuente Vaqueros en 1898, provincia de Granada, donde el paisaje rezuma belleza y luz especial. Permaneció en aquel lugar hasta 1907, en ese año la familia se trasladó a Asquerosa, anejo a Pinos Puente y de allí a Granada, donde se asentaron en 1909.
   Su madre, la ex profesora de escuela Vicenta Lorca Romero era natural de Granada, se casó a los veintisiete años con Federico García Rodríguez, rico labrador de Fuente Vaqueros, de treinta y ocho, el cual había perdido poco antes a su mujer.
   Las depresiones que padecía Vicenta por no poder amamantar al niño debido a sus problemas de salud, se infiltraron, como un misterio, en la mirada de Federico, que, de niño ya vivía el abandono de esa imagen materna junto a los pechos de la madre.
  
Federico será ya un joven nostálgico que, en la adolescencia, escribe sobre su pueblo de nacimiento, en su escrito titulado Mi pueblo, dividido en seis secciones, “El pueblo quieto”, “Mi escuela”, “Mi compadre pastor”, “Mi amiguita rubia”, “Mis juegos” y “Los carímbanos”. El pueblo que Lorca describe tiene el beso de la humedad, debido a la proximidad del río Genil. Ya el futuro escritor plantea en ese escrito de juventud la pobreza del pueblo. Pero lo más importante es el fondo de ese lugar, la Vega de Granada, donde está lo mejor de la poesía de Federico, la que va cincelando en libros como el Romancero Gitano, donde los gitanos cobran dimensiones míticas, como la famosa figura de Antoñito el Camborio o Soledad Montoya.
   Ya Federico siente la nostalgia de la niñez, la de los paseos junto al río, la de los atardeceres en las fuentes, la de los lugares de remanso y de quietud.
   Cuando llegó el Instituto, Federico vivió el calvario de la crueldad de los compañeros, cuando le decían los chicos en plan de burla: “¡Federico viene de Asquerooooosa!”, lo hacían con entonación femenina, porque el poeta ya tenía esos ademanes de hombre sensible, no hecho para la rudeza de la gente del campo donde vivió, ni siquiera para la Granada provinciana que conoció en su juventud.
   Se ha contado, lo hizo José Rodríguez Contreras, compañero de Instituto de Federico a Agustín Peñón, que los chicos se reían de él y le llamaban Federica. Lo demuestra en su poesía, como nos dejó en el famoso “Poema doble del largo Edén”, cuando dice:
“Quiero llorar porque me da la gana / como lloran los niños del último banco, / porque no soy un hombre ni un poeta ni una hoja, / pero sí un pulso herido que ronda las cosas del otro lado”.
   Esa tristeza está ya presente en el Instituto, porque no fue buen alumno, ya que él, antes de la poesía, ya flirteaba con la música, la cual le fascinaba. Los padres no quisieron que Federico ingresara en el Conservatorio y le obligaron a estudiar Filosofía y Letras. Sin embargo, sigue embriagado por la música, fascinado por Beethoven.
   Lorca se marcha a Madrid en 1919, donde se hospeda en una pensión barata de la calle de San Marcos, y visita mucho el Ateneo, donde conoce a Guillermo de la Torre, Gerardo Diego y otros jóvenes escritores. Se trasladó el otoño de ese año a la Residencia de Estudiantes, mientras va escribiendo, primero poemas de tendencia ultraísta, gracias a sus amigos como de la Torre, que seguían esa escuela. Publica en la revista Grecia. Pero llega El Maleficio de la Mariposa, obra de teatro, donde Federico ya posa sus manos en el arte, empieza a escribir con su estilo original e irrepetible, como, cuando dice: “Mi distancia / Interior se hace turbia. / Tiene mi corazón telas de araña…”.
   El estreno de la obra fue un fracaso notable, fue en marzo de 1920. Mientras Lorca se hace amigo de Buñuel y Dalí en la famosa Residencia de Estudiantes. Lorca escribe un libro de poemas titulado Canciones, donde aparecen los años de la Residencia, donde va escribiendo poemas que van dejando ya un sendero de luz en la poesía española, porque todavía no había llegado el deslumbramiento del Romancero Gitano el Poema del cante jondo, pero Lorca ya pasea su perfil de fino andaluz por los versos, tamizando el lenguaje, dotando de originalidad a las palabras, que hilan fino hasta encontrar su eco verdadero.

  
Dalí, Lorca y Buñuel en 1923
La amistad con Dalí y Buñuel será muy fructífera, se trata de una relación de creación continua, no exenta de una admiración mutua, donde Lorca sufre, de nuevo, porque Dalí es caprichoso y vanidoso y no trata todo lo bien que debería a su amigo. No en vano, la película de Buñuel, El perro andaluz, en la que colaboró Dalí, tiene la ironía de la palabra perro andaluz refiriéndose a esos mariquitas finos de Andalucía, como Cernuda y Lorca. Buñuel, haciendo gala de su hombría, siempre rechazará la homosexualidad de Lorca, mientras Dalí, pagado de sí mismo, irá fraguando su personaje de vodevil, para jocosidad de todos, mientras Lorca sufre, de nuevo, por la indiferencia de su amigo.
   Pero será su llegada a Nueva York, en 1929, la que abre una nueva brecha en la mirada herida de Lorca, la visión de la gran ciudad, de sus grandes edificios, le hace sentir su pequeñez como ser humano, su visión de Nueva York como un monstruo donde convive la mayor de las riquezas con la extrema pobreza, para Lorca la gran ciudad denota la deshumanización más grande que ha podido ver en toda su vida, como muestra el ejemplo de “Paisaje de la multitud que vomita. Anochecer de Coney Island”:
“Yo, poeta sin brazos, perdido / entre la multitud que vomita, / un caballo efusivo que corte / los espesos musgos de mis sienes”.
   Porque Lorca vive en la gran ciudad “asesinado por el cielo. / Entre las formas que van hacia la sierpe / y las formas que buscan el cristal / dejaré crecer mis cabellos”, versos pertenecientes a “Vuelta de paseo”, de Poeta en Nueva York.
   Sería muy extenso hablar de toda la obra de Lorca, de su Romancero Gitano, con el romance de Soledad Montoya, el de la pena negra, el de Antoñito el Camborio, detenido por la Guardia Civil por robar limones redondos que fue tirando al agua hasta que la puso de oro, como dice en sus maravillosos versos, pero también autor teatral de La casa de Bernarda Alba, de 1936, hasta sus obras más tempranas como Bodas de sangre de 1933 y Yerma, de 1934, la mujer que no puede concebir al hijo. Luego llegarían obras más difíciles como El público, pero Lorca va dejando su poesía en su teatro, su poesía en su prosa y su vida en jirones de amor que desvelan sus poemas.
    La tristeza de Lorca, antes de su trágico final, está en el poema a Walt Whitman, por poner un ejemplo entre muchos, donde el poeta granadino que enamoraba al auditorio con su voz, no levanta su voz contra el travesti ni contra el niño que vive su pasión por una joven en la tristeza de su noche solitaria, sino contra los maricas, los que van dejando helado el mundo, los que se sientan en los prostíbulos o aquellos que pervierten el nombre del amor con sus labios manchados. Sólo se explica la soledad de Lorca, su furor al denunciar a los maricas por su sexualidad reprimida, por esa sensación de hallarse en un mundo clandestino donde nada podía ser visto como natural, así, el hombre herido quedó para la historia en versos inigualables:
“Por eso no levanto mi voz, viejo Walt Whitman / contra el niño que escribe / nombre de niña en la almohada, / ni contra el muchacho que se viste de novia / en la oscuridad de su ropero, / ni contra los solitarios de los casinos / que beben con asco el agua de la prostitución, / ni contra los hombres de mirada verde / que aman al hombre y queman sus labios en silencio / Pero sí contra vosotros, maricas de las ciudades / de carne tumefacta y pensamiento inmundo. / Madres de lodo. Arpías. Enemigos sin sueño / del Amor que reparte coronas de alegría”.


   Sería muy extenso citarlo entero, pero Lorca ya dice bastante en este duro poema, su sexualidad no comprendida, su dificultad para encontrar la paz en un mundo que se abría como una hiena hacia la guerra, su soledad en las noches de desamor en la Residencia de estudiantes (donde compuso de un tirón su Antoñito el Camborio), la muerte de su amigo torero Sánchez Mejías (qué hermoso tributo el Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías), hacen de Lorca un hombre herido por la vida, un hombre que plasmó en el verso la tragedia de vivir, desde que en la infancia supo de burlas y de tardes solitarias, quizá el mejor asidero para crear, porque, en mi opinión, la verdadera música de las palabras, la verdadera poesía, siempre nace del dolor.