miércoles, 22 de febrero de 2017

Poemas de Gerardo Miranda

Gerardo Miranda  (Estado de México, 1984). Poeta y narrador. Licenciado en ciencias humanas con diplomado en filosofía por el Centro Universitario de integración Humanística. Egresado de la maestría en Literatura Latinoamericana Contemporánea. Textos suyos aparecen en varias revistas literarias de México y el extranjero, entre las que destacan: Círculo de poesía, Revista La Otra (México), Letras.s5 (Chile), A Miranda (Brasil), Triplov (Portugal) y Panorama Cultural (Suecia), así como en diversas antologías y libros colectivos. Ha realizado entrevistas y reseñas para la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de  Bellas Artes y participado en diversos encuentros y lecturas en las ferias nacionales del libro del Zócalo y El Palacio de Minería desde el 2010, así como en talleres y seminarios literarios. Obra suya se encuentra traducida al portugués y abarca  Venus y las Moscas, (Ediciones el Golem, 2010) y Odilón (Rocinante Ediciones, 2012). Mantiene varios libros inéditos.




Poemas de Gerardo Miranda



tratado de sonambulismo para hombres verticales


I

imagine  un largo camino
imagínese entonces a usted transitando ese camino    
y las rocas     y las flores
algo así como un vagón de metro en hora pico entre sudores
imagine     pues     a las muchachas de faldas y blusa cortas
porque hace calor     y el calor las obliga a tales desmesuras
(benditas desmesuras y benditas las muchachas   
y bendito el calor que las rodea)

imagine pues el viaje     el viaje que usted realiza pero sin usted
es decir     que usted parte antes    
y su usted lo deja relegado así nomás por el camino
como si usted mismo se molestara     a veces    
de lo que usted mismo se dice
pero nada de eso es cierto
usted mismo puede verlo     porque en el terreno de lo onírico
las muchachas no padecen las inclemencias del tiempo
algo así como un vagón de metro en hora pico    
ya que los vagones de metro siempre llegan a destiempo

y sin embargo     a usted le dan ganas de quemar cosas
de producir el calor necesario para despertarse de su propio sueño   
del sueño que usted experimenta     pero sin usted
y aunque fedro     en el banquete    
insista en que sólo los amantes saben morir el uno por el otro    
usted no está dispuesto ni a sacrificarse    
ni a despertar de su propio sueño
sin la certeza del que siente la lumbre rosar la dermis
y quemar los vellos

y usted huirá rápido como el acorde de un pianista ebrio   
y hará frío en ese momento     y temblará     y lloverá    
y eso usted lo sabe
como sabe que el frío sucumbe ante las llamas    
eso también lo sabe y no lo niega

y puede usted mirarse desde sus desgracias    
desde arriba hacia el cielo o hacia abajo
como que El sueño de la razón produce monstruos     
o los monstruos de la razón producen sueño     
pero el sueño no produce razones     
como los monstruos no producen fuego 
como a veces la cacofonía del silencio que nos duerme produce sueño     
y el sueño espanto




II

y llegando pues al punto exacto
ya no sabrá usted qué es más verosímil    
si la vida o su poema
si el sueño o la vigilia
si los pájaros o los graznidos
y de tanto en tanto      usted volverá el rostro para tratar de tomar    
aunque sea por unos segundos     
las sensaciones que se le escapan entre dedos
revise entonces lo que guarda entre piel y músculo
allende la caja torácica     el cráneo y la retina
y verá     entonces     el sol abierto y brillando como ojito de pescado
sin párpado que lo cubra ni noche que lo cobije
como la magra carne de las doncellas magras y enjutas
pero doncellas sin lugar a dudas     y magras también

las que limpian el óxido de las tardes flojas y tres cuartos
y suelen afirmar el origen de sus gestos y la luz
la que palmo a palmo detienen     estiran    
voltean y quitan brillo



III

invente usted el graznido imaginario de los pájaros que no lo son
o el trino melódico de los pájaros enjaulados que no lo son
aunque  sus trinos     sus melodías     sus graznidos     tampoco son

apartémonos de todas las definiciones
sea animal racional     espíritu encarnado
sea carne pura o espíritu solo    
una barbarie disfrazada de melomanía
o la vista perdida en un monocromo tablero de ajedrez
brillará entonces ese sol más frío a veces que la luna misma
y usted verá entonces edificarse majestuosas ciudades en 24 horas
y las mirará derrumbarse en una cuarta parte del tiempo que tardaron en erigirse
y mirará entonces la vitrina construida     donde por módico precio
nuestra carne tostada al sol    
se ofrecerá  sin recato al mejor coleccionista de pieles y queratina

y llegará el momento en el que usted adolecerá prácticamente de todo    
salvo su futuro encerrado entre los ojos
y recorrerá su memoria entera por lo largo y por lo ancho
y será entonces como un río de grandes cauces    
y dentro de ese mismo río     usted tendrá otro río    
que correrá río arriba del río primero    
y entonces será como un salmón de agua
que se niega a seguir la corriente de su memoria vuelta río



IV

y probablemente usted no conozca a los pájaros que no lo son
bástenos con imaginarlos
son así      justo como usted se los imagina
sólo que tienen el pico un poco más largo
las alas     sí     larguísimas     cubiertas con plumas enormes
cola también     más escueta    
pero sin dejar de impresionar al que la observa por primera vez
y son hábiles      y a veces      no tan amables cuando se les mira

los hombres sueñan con pájaros
los pájaros se sueñan a sí mismos siendo soñados
los hombres miran a los pájaros
y los pájaros se miran a sí mismos siendo mirados

los pájaros encuentran constantemente las miradas
que actúan como espejos
ésos que les recuerdan la forma que adoptan en pleno vuelo
y detrás de cada mirada hay un juicio anónimo
y a veces la mirada que encuentran
es la propia reflejada por un espejo real y uniforme
tan lúcido     tan real     como la carne toda de sus cuerpos



V

y llegará el día en el que usted no sueñe tanto
en el que usted no sueñe muy hondo
en el que no se levante del piso    
o del recipiente que contenga su cuerpo aletargado
y los viejos inquilinos que lo habitaban ya no le darán ninguna importancia
y los recuerdos se le irán antes de ser nombrados   
incluso antes de tomar la forma que los caracteriza

y cederán entonces las alabanzas    
quedas como carne entre los dientes
y será entonces cuando su sueño se vuelva verso    
metrópoli     carne     biología
y ni el calor     ni las muchachas podrán despertarlo

nadie entonces dirá  que no duele la mirada
si de tanto vacío los ojos se le queman
nadie  afirmará  que de lejos los cuerpos no se encuentran
si la distancia se le acorta con el viaje y los encuentros
morderá entonces la mano del que nunca lo ha alimentado
y morderá la carne magra de las doncellas sin pudor  y sin codicia
que equivale     pues     a cerrar los ojos antes de abrirlos
y mirar hacia dentro de su cuerpo hecho muralla

y será sólo un número más    
en la noche insomne de una oveja que lo cuenta
para poder juntar los párpados



apéndice a tratado de sonambulismo para hombres verticales

debo haber escuchado aquella noche el trino de los pájaros que no lo son
y aunque la velocidad     tanto del día como de las noches     sea variable
la vigilia y el sueño    
a cualquier hora despluma a los pájaros que no lo son
diseca su canto sílaba por sílaba hasta dejarlos sin armas
y los pájaros que no lo son    
suelen     las más de las veces     ser

aunque sólo por poco tiempo     pájaros reales

martes, 21 de febrero de 2017

Poemas de Hugo de Mendoza

Hugo de Mendoza (Guadalajara, México, 1976). Es poeta y editor. En 2002 fundó el colectivo Literagen. En 2009 editó la revista de crítica literaria El Golem. Ha publicado los libros de poemas Danzar del Agua (2009) y 34 Episodios de Piscis (2010). Ha impartido talleres de creación literaria en escuelas secundarias. Algunos de sus poemas han sido traducidos al portugués y al inglés. Ha sido publicado por medios impresos como la Revista de la UAM y por medios electrónicos como Círculo de Poesía (México), Letras.s5 (Chile), Ómnibus (España), Panorama Cultural (Suecia) y La Otra Poesía (México). Ha dado las siguientes conferencias: Acercamiento a la poesía latinoamericana escrita por mujeres en el siglo XX (Literatura en el Café de Nadie), Acercamiento al poema en prosa (Feria Internacional del Libro en Minería) y Homenaje a Federico García Lorca (Feria del Libro del Zócalo). Actualmente coordina los ciclos de Crítica de la poesía y narrativa en México y el encuentro de poetas Vértice en el Tiempo. Prepara su tercer libro de poemas.



Poemas de Hugo de Mendoza



Epístola del niño
(Señor M)

Señor M:
No cierre usted los ojos. No se pierda en el infinito. No se haga usted el cadáver o simule ser una letra filosofal. No porque su crimen fue anónimo se haga el que no me escucha. Ayer. Cuántos ayeres. Ayer entró a uno de mis razonamientos y se robó la llave de mi habitación. Me quedé viviendo el hielo del remordimiento. Es terrible la nada. Es terrible mirarse en la conciencia sin la llave para entrar a la calefacción del cuarto. Y usted, dónde estaba cuando todos me culpaban. Entró a la habitación. Abrió el vino. Se embriagó con un pierrot que perdía equilibrio en un avión de juguete. Se reía mucho usted, ¿verdad? Mucho histrionismo le causaba saber mi envejecimiento. No tuvo piedad de mi esfuerzo por conservar ese espíritu de niño. Desordenó todos mis juegos de mesa. Aplastó los caballos azules que recibo el 30 de cada año. Hizo muecas a una imagen de Cristo. Se dijo comunista y negó la existencia de un amigo imaginario que jugaba a los dados con Jesús. Descolgó mis banderines de fútbol y con ellos mi única anotación a la vorágine de estar en la red del misticismo. Usted sembró una planta de coca en mi diario. Fundó el museo de mis terrores y los distribuyó en los andenes de mis días. Me enseñó la palabra: tragedia. Por usted supe que los aviones usan diesel y fracasó mi experimento de volar en un poema.  Creía en la existencia de los misterios en la selva chiapaneca, y usted los cargó de escopetas para asesinar leopardos y saquear su medicina. Señor M, usted no es yo. Recuerde que lo abandoné en el futuro. Avance por las escaleras hacia abajo y tráguese el infierno. Llévese en sus colmillos toda su alma digitalizada. No existirá su preservativo en la memoria de un juguete. Muérdase las venas. Usted no es yo. Usted ha quedado calvo mientras mi madre me recuerda hace 20 años. No insista en que me robé los 5000 pesos. Ya no tengo culpa. Hace mucho frío en mi realidad de enfrentar la pirotecnia y toda su política pragmática. Debo entrar a dormir. Señor M, salga usted de mi pensamiento. 



Traslado al voltaje libre

Los cerros de basura son cúspides de oro para los niños que saltan entre perros desnutridos. El sol asoma por las botellas, se lava por una tina con aluminio, secretea por el hocico de una rata, una mosca tornasol. Es la hora en que los pepenadores se embriagan de charanda, levantan sus vasos implorando a una virgen de barro, encontrar alguna prostituta. Las mujeres desde sus casas de cartón, se masturban en silencio, hierven su miseria en las verduras, miden la temperatura del caldo con 3 orgasmos en sus dedos, estudian el alza de los precios para convertir las legumbres y las semillas en un manjar. Es domingo de resurrección, un río de agua brava descansa en paz. Los niños con algunos centavos llegan a su orilla y le pagan a un niño mayor que los cruce. En ese viaje, escuchan el repicar de las campanas, las sirenas que alfabéticamente los arrastran al voltaje de una silla. 




Deleite, enfrentamiento con hormigas

Cuánta musicalidad hacen las hormigas al comenzar el amor. No puedo, no deseo quedarme sordo, sus falsetes son tranvías cruzando mis oídos. Y mi apetito es voraz, terapéutico, ortodoxo y reportero, que no puede dejar de escuchar esa partitura de sobrepoblación.

Han pasado ya decenas de minutos como si fueran inflaciones en el buche de un sapo. Sigo expectante al desastre de esa ebullición hormiguera por todas partes. Permanezco en vigilia, absurdo a ese puntillismo con patas marchando por mí brazo, con sus mandíbulas ansiosas por el azúcar semanal, con sus cabezas aspirando el oxígeno del mundo y esos terribles ojos, que saben del presupuesto sexenal y de los fondos para la concesionaria de insecticida.

Tendré que limpiar la cal de mis pobres manos, antes de que se traguen mis uñas, de que trepen por mi ego y hagan de mi cama un prostíbulo de recuperación por los caídos en batalla.

Debo proteger la miel de mi descendencia. ¿Dónde habré dejado el alfiler para desinflarles el estómago? Enciendo la licuadora para enfrentarlas, azoto mi pantufla para sepultarlas entre su excremento seco, esto no es un genocidio, es el sudor por conservar mi respiración, mi soberanía intacta y ebria, aunque sea sólo en mi bolsillo, aunque sea sólo en este segundo, mientras otra mano no me aplaste.


domingo, 19 de febrero de 2017

Exposición Anonymous Faces & the Space-time Characters

“Volver sensible” en la exposición Anonymous Faces & the Space-time Characters (*)

Por Mario Wong
Escritor peruano

A Gustavo Nieto

(1)

Mey Nego de Anonymous Faces, Tarek Mourad
Mey Nego de Anonymous Faces, Tarek Mourad
La extrema precariedad sistémica es, actualmente, parte -en esta última etapa del capitalismo globalizado (del proceso de mercantilización mundial, autoimpulsado por la danza especulativa de capitales que rige todo, y que es también la clave de los événements y de las catástrofes de la vida real) - constituyente del monstruoso crecimiento de las megalópolis del planeta. En los años del crack, de la crisis económica del 29, el fotógrafo Evans Walker nos habría “vuelto sensible” -sostiene G. Didi-Huberman - algo crucial (y no solamente en lo aparente) de la condición de precariedad de la gente de EE.UU.  a causa de la Gran Depresión (1). Y no se trata, pienso, solo de ciertos aspectos que no habrían visto (no les era posible) los economistas o historiadores de esta época; es mucho más que eso.

(2)

En la exposición de Tarek Mourad hay fotografías de gentes anónimas , excluidos sociales, del centro de  Sao Paulo (2), de desde hace más de 20 años, en las que el artista ha continuado trabajando; ahí están como muestras varias de sus pinturas, que las tienen como « soportes ». Las historias de las vidas de estas personas -que Tarek ha, acaso, escuchado, y « se ha contado » (como cosas que vuelven)-, son indesligables de todo su trabajo artístico; son también « préstamos », que ha tomado el artista, para « rendre sensible » sus experiencias vitales. Todo esto presenta una cierta complejidad, al mirarlas;  y de lado artístico ha conllevado, sin duda, un gran despliegue de imaginación creativa y, también, de una estructura « artística-conceptual » para que el artista logre dar cuenta de esas vidas en sus « space-time characters » (3). Ha recurrido, aquí, a lo que él llama « the fabrica of the space-time”, a un reencuentro con esta « fairy new idea », que tiene ya más de 100 años.

(3)

Tarek Mourad
Tarek Mourad
Existe una « dialectique du symtôme » (del síntoma de la crisis, del indicio) de l’événement, que atraviesa o marca todas esas historias; del dar cuenta de lo imposible, de la impotencia ante el desastre, de la « falla geológica » en el espacio-tiempo. El arte « vuelve sensible » esas situaciones de impotencia, « d’impouvoir » (4) las denomina Didi-Huberman. Para él « convertir en sensible » sería volver hacer accesible a través de los sentidos, y mismo hacer accesible aquello que nuestros sentidos y nuestras inteligencias no saben percibir como « teniendo sentido », algo que no aparece que como absurdo, o como « falla » o defecto del sentido, indicio o síntoma (5). Nosotros mismos, ante esas « fallas » o síntomas, nos convertimos, de golpe, « sensibles » a ese algo de la historia que se nos escapaba, hasta ese momento, pero que « nos mira » directamente. Ver la obra artística de Tarek me ha producido ese effet en miroir (o « puesta en abismo »), esa emoción del « rendre sensible » las vidas de cierta gente de  la megalópolis saopaulina. En el doble sentido, y aquí sigo a Didi-Huberman,  de la emoción misma y de la mise en mouvement de la pensée.

(4)

"Grotesque". From Anonymous Faces & the Space-time Characters.
"Grotesque". Anonymous Faces & the Space-time Characters 
La obra pictórica de Tarek Mourad es expresión de un largo periodo de maduración artística (la mayoría de los cuadros son del 2014-2016; las fotos, que aparecen fechadas en el catálogo, son de 1994); sus orígenes libaneses se entrecruzan, sin duda, con los de la cultura brasileña-saopaulina. Tarek radica desde hace dos años en Beirut. En dicha obra pictórica la imaginación creativa juega un rol importante, en la expresión  de lo que el artista denomina sus « caracteres espacio-tiempo », en los que nada cambia para él y nada para ellos; las tomas fotográficas, de hace más de 20 años, están muy presentes en lo que llamaría - siguiendo al escritor barcelonés Vila-Matas- « recuerdos inventados ». No puede precisar lo que hay de ellos en ella, la obra, y lo que hay de él en ellos. Sus « caracteres espacio-tiempo » se hallan atrapados « between two photograms in a reel of film. They are all trapped in this cycle. “ (6)
Por « similitud » con la arqueología filosófica de Michel Foucault, podría intentar otra aproximación interpretativa a la obra de Tarek Mourad; no como si se tratase de un « retorno al pasado » (de la repetición de un trauma o de una « scène primitive »), sino al punto en que se habría producido la « escisión » entre lo consciente y lo inconsciente (7). Esto asumiría la forma de un pasado en el futuro, es decir de un futuro anterior : es ese pasado que habría sido; hacia ese punto donde, según la temporalidad del « futur antérieur », la historia (individual o collectiva) deviene accesible, por vez primera . Aquí  aparecería el « caracter destructor » (Walter Benjamin) del artista, el trabajo de déblayément del terreno de los fantasmas del inconsciente (y también de las redes, que apretan, de la tradición). Así, la imaginación artística se confrontaría con la destrucción interna de la imagen. El artista reaprende a soñar; y su « art poétique » adquiriría sentido, porque rompería con la fascinación de las imágenes (8).

(5)

Anonymous Faces de Tarek Mourad
Anonymous Faces de Tarek Mourad
Anonymous Faces podría verse, también ella toda, como una suerte de  constelación de imágenes « detenidas »; de la expresión artística como configuración de una experiencia estética y vital, en cuanto « vuelve sensibles » otros modos de sentir, otras formas de subjetividad que conllevan la precariedad y la fragilidad, la fragmentación de las vidas (producida por la catástrofe); que en la sociedad mundializada del espectáculo resultan dificilmente transmisibles.
Se trataría de lo que Walter Benjamin llamaría « dialectique en arrêt »? De una « constelación dialéctica » de imágenes (con sus proyecciones espectráles, fantasmáticas) que dialectiza lo visible, en un  instante (que es del de la epifanía), al crear otras imágenes, otros montages, que nos llevan a mirar de otra manera; a introducir la separación y el movimiento, asociados ambos, y también la emoción y el pensamiento conjugados. Así, las imágenes que atrapan (o atrapa) al (el) artista se convierten en « cristales de lectura » (9) de las relaciones entre les événements  (que sobrepasan lo que simplemente ha sucedido) y la visibilidad de los cuerpos en un solo instante. Esto correspondería a lo que Giorgio Agamben ha denominado la « esthétique baudélairiénne du choc »(10); en esos instantes lo ideal  con lo reprimido, lo sublime con lo sintomático devienen « representables »: « Un  éclair… puis la nuit ! » (Baudelaire).




(*) Catálogo de la exposición “Anonymus Faces & the Space-times Characters-Tarek Mourad”, Le Pavé d’Orsay, Paris, 29/09/2016.

Notas:

(1)”Ese algo” es inseparable, también, del relato que nos habría dado James Agee de esa serie de fotos. (Ver G. Didi-Huberman, « Rendre sensible », in : A. Badiou, J. Butler, G. Didi-Huberman, S. Khiari, J. Rancière, Qu’est-ce qu’un people?, La fabrique éditions, Paris, 2013,  p. 106).
(2)  Pertenecen a una exposición anterior, intitulada « Faces of Sao Paulo ».
(3) Ver catálogo.
(4) Ob. Cit., p. 108.
(5) Ob. Cit., p. 109.
(6) « They are holding hands, in a circle, ever moving. As I work each of these characters I constantly live the dialectical relation of knowing that every time I attempt to break this cycle, I see myself closer and closer to them, until I am in the circle, with them, holding hand.”, agrega Tarek Mourad; y concluye: “I become them and they become me.” (ver Catálogo de la exposición).
(7) Sobre el procédé « achéologique » -así lo denominan Paul Ricoeur y Michel Foucault- el filósofo italiano Enzo Melandri anota: « Il consiste à remonter la généalogie jusqu’à ce que l’on arrive en amont de la bifurcation en conscient et insconcient du phénomene en question. C’est seulement si l’on parvient à atteindre ce point que le syndrome pathologique révèle sa signification réelle. Il s’agit donc d’une régression : non pas cependant à l’inconscient comme tel, mais à ce qui l’a rendu inconscient –au sens dynamique de refoulé. » (E. Melandri, La linea e il circolo. Studio logico-filosofico sull’analogia, Macerata, Quodlibet, 2004 (1ere éd. 1968), p. 65-66; Cit. Giorgio Agamben, In : Signatura rerum. Sur la méthode, Librairie Philosophique J. Vrin, Paris, 2008, p. 112)
(8) Ver G. Agamben, Ob. Cit., p. 121-123. Cito: « … l’art poétique » n’a de sens que s’il enseigne à rompre la fascination des images, pour rouvrir à l’imagination son libre chemin, vers le rêve qui lui offre, comme vérité absolue, son infracassable noyau de nuit » (p. 121).
(9) « … les émotions elles-mêmes, comme les images, sont des inscriptions de l’histoire, ses cristaux de lisibilité (Lesbarkeit),pour reprendre ici une notion commune à toute une constellations de penseurs ayant reconsidéré, dans les années vingt et trente du XXe siècle, c’est-à-dire dans un contexte de luttes contre le fascisme, les rapports fondamentaux entre historicité et visibilité des corps (je pense bien sûr à Walter Benjamin, Aby Warburg, Carl Einstein, Ernst Bloch, Siegfried Kracauer,  voire Theodor Adorno (17).» (Ver G. Didi-Huberman, Ob. Cit., p. 83 ; la nota 17 de este párrafo remite a otras obras del autor)
 (10) « … Le choc est la force de heurt dont se chargent les choses quand elles perdent leur transmissibilité et leur  compréhensibilité, al intérieur d’un ordre culturel donné. Baudelaire comprit que si l’art voulait survivre à la ruine de la tradition, l’artiste devait essayer de reproduire dans son œuvre la destruction même de la transmissibilité qui était à l’origine de l’expérience du choc : de cette façon il réussirait à faire de l’œuvre le véhicule même de l’intransmissible. Par la théorisation du beau comme épiphanie instantanée et insaisissable (« un éclair… puis la nuit ! »), Baudelaire fit de la beauté esthétique le chiffre de l’impossibilité de la transmission. » (G. Agamben, « L’ange mélancolique » (Chap. X), in : L’Homme sans contenu, Éds. Circé, Dijon-Quetigny, p. 172-173).

martes, 7 de febrero de 2017

Poemas de Luis David Palacios


Poemas de Luis David Palacios
Luis David Palacios
Luis David Palacios (1983) es poeta, ensayista, traductor y músico mexicano. Su formación universitaria abarca tres áreas: la literatura, la música y las ciencias exactas. Estudió Letras Hispánicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), una licenciatura en Composición en Música Popular Contemporánea y una Ingeniería en Electrónica con especialidad en sistemas digitales. Actualmente termina el programa de maestría de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) donde hace una investigación sobre el ritmo en la poesía. Ha sido becario de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), del Centro de Investigaciones Avanzadas del Instituto Politécnico Nacional (CINVESTAV) y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT). En diciembre de 2015 su libro de poemas, Un árbol donde el sueño, ganó la emisión XXXIII de los Juegos Florales Nacionales Universitarios auspiciados por la Universidad Autónoma de Campeche. Recibió, también, la mención honorífica del XVI Premio Filosofía y Letras de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Poemas y ensayos suyos aparecen en revistas de varios países como Rio Grande Review de la Universidad de Texas, Brilliant Corners del Lycoming College en Pensilvania, Letras S5 en Chile, Poéticas (Revista de estudios literarios) en España, Electrón Libre en Marruecos y desde luego en México. Ha sido traducido al inglés, rumano, portugués e italiano. Recientemente la editorial Akal, en Palabra heredada en el tiempo. Tendencias y estéticas en la poesía española contemporánea (1980-2015), incluye uno de sus ensayos sobre poesía contemporánea. Fue director académico de la Universidad Libre de Música (ULM) con sede en Guadalajara, México. Ha publicado cuatro libros sobre armonía contemporánea, jazz e improvisación.


                             Poemas de Luis David Palacios


LUX ÆTERNA LUCEAT EIS

Tú que bordas la tela de la muerte
no mires a los míos
por este canto que los nombra.
Pero si la noche fragmenta su cubierta
que tu arboleda sea un resplandor
donde sus pies se laven con la calma
de tu mano que ondula,
dales un árbol donde el sueño
pueda volar sus pájaros.

Si mi voz se levanta
es porque reconoce en ti todos los cauces.
Si mi mano te sirve,
entona ya mi nombre para caer de ti,
contigo en el rescoldo de ese fuego.





DIANA

I

Tus piernas dibujan las alas de la mariposa;
un pistilo plástico alimenta tu sueño.
La bocina de tu corazón se enciende en una máquina,
es la llegada del tren que nos reúne en turnos junto a tu vuelo caído
          donde no ha entrado el sol o su ausencia.

Diciembre es terrible. Tu padre habla y rema
contra el amor de otra madre y su canto,
contra la cuna nocturna de los brazos donde te meces,
contra blancos No vestidos de hombre,
contra su propio peso hundiéndose en el mármol de este hospital.


II

El amor aquí no sirve,
no te levanta con el amanecer.
Tu llanto nos haría reír, Diana,
te sacaría de esta playa de algodón
en donde tomas poco a poco la noche de su cuerno.

Tu respiración enflaquece
y ahorca prematuramente los días
y ganamos absurdas ecuaciones que no reparan la hondura de tu
          abdomen.
Humedecemos la arena que florece en tus labios.
No hay otro sonido más que el picotazo pendular del cuervo en tu                        
          corazón sin miedos, apagándose.
No hay herida donde poner bálsamos.
Tu dolor es un papel negro y transparente,
viene callado de la base del sueño
a machacarnos junto contigo.





ROSA

Dos lunas de carbón sostienen el aroma
a sueño café de sus ojos de madre.
Dos veces el amor ha dado en ella sus pétalos de sombra;
abrió de tajo la ventana tibia de su vientre.  
Aquí mis ojos dan de beber en su nombre
y no tengo ojos para dar de beber a su nombre –Rosa,
suspendida lágrima en el filo de la osamenta–
y me duele la caída de sus ojos
ante la tierra abierta donde sembró mariposas.

En la cocina llueve sordamente
y su cuerpo cae en la unidad acostumbrada,
sus labios guardan esas alegrías de cuna sin abrir.
Ella mira pasar los estigmas de la lluvia
y no hay afrentas en la noche de su día.
Viene y va su llanto descompuesto
por el tiempo mordido de la sala,
por la lluvia herrada de la ducha.

En las manos del amor hay alacranes
pero ensaya su sonrisa anaranjada,
su andar a ciegas por el día
que se oye ladrar bajo la puerta.

La orfandad y sus índices
le enseñaron el escudo del silencio desde niña
pero su maternidad se derrama sobre el hueso de la cera que arde
y el calostro se oxida dentro de sus dos sueños redondos
y esa pregunta de cinco años que está sobre sus piernas la hiere
porque no hay forma de explicar un puerto que se abandona
o la lluvia encallada en la cocina.





CÍRCULOS

Nos convocaba la geometría del verano.
La forma de la guerra se elegía
por el hallazgo íntimo
de las armas de otras temporadas.

Crecí en la calle Octubre
–quizá por eso
el otoño es una canción que no repito.
En ese campo de batallas fui Tiberio,
con la misma costumbre
luché contra el ejército del Norte,
forjado a una manzana de distancia.
En ese campo de batallas conocí la ambición
y el respeto que se ganaba con los crujidos estelares,
urdidos por un ojo y una mano en contrapunto
sobre las tiernas cicatrices de la tierra.

Una lengua de piedra sepulta nuestra calle
remendada de gritos.

Tal vez la forma de la guerra sea la misma
que llenaba de trompos el jardín de la infancia.
Quizá otros pierden sus racimos de amor y de misterio
sobre la misma lengua asfaltada de gritos.
Pero en nosotros –los que ahora
jugamos a cambiar en el espejo–
las calles boquituertas ya no tiene retorno.





LOS MUERTOS 
Bajo las rosas tibias de la cama
los muertos gimen esperando turno.
Lorca

Escribo estas palabras porque viven los muertos.
Porque viven los muertos descubrimos
una tibia rareza a nuestro lado
sobre el anochecer donde nos acostamos solos.
Aparece otro hueco en la almohada desnuda
y el corazón despierta
mientras muere el perfume de su sábana.
Porque los muertos viven
presentimos ajenas pulsaciones
y un férvido deseo.
Porque viven los muertos escuchan esta voz.





EL ESPEJO ES LA MEMORIA

Para Emma Valeria
en su tercer cumpleaños

I

Nos espera la columna del día
si la memoria lleva bajo el brazo
el resumen de un tiempo como este.

Qué lejos las palabras de la flor
cuando sólo la sombra de nuestro vuelo queda en la escritura.
Yo creí que el amor era un pozo, que alguna tarde el agua,
entre extrañas preguntas, sus pájaros destierra. 
Nadie imagina nunca librar a su memoria en otros ojos.


II

Aún no oscurece pero la luna brota de tu cara,
deja el vientre confuso de los árboles.
Yo escribo en el borde de tu sueño.


III

Cuánto de alegría quedará cuando el espejo esté en contra tuya
y alguien llame a la puerta en tus sentidos.

Aletean los cantos por encima del color de la tarde
y tu voz se confunde sobre el limpio cristal de la ventana.
Silenciosamente la casa explica bajo la timidez del olor a café
el resplandor del cómplice que hay en tu fantasía.

Acaso ser feliz es eso:
un recuerdo, un pájaro,
el morado imposible en tu vestido.





POEMA CON BRÚJULA

No hablo aquí de una tormenta,
ni de la boca fina con duraznos
que después de mi muerte dejará flores,
nenúfares de sal junto a mi cuerpo flotante.
No hablo aquí de una fuerza lánguida
cuyo rostro es de pequeños espejos,
de noches sobre noches incrustadas,
de oscurecidas aguas.
No hablo del fondo marino en sus ojos.
No hablo aquí de ella,
ni de sus noches nunca vertidas en mis sábanas,
ni de sus bosques largos y latentes.
No la nombro para no invocarla,
no la nombro
y me pierdo en ella

para no invocarla.

domingo, 5 de febrero de 2017

Poemas de Gustavo Osorio

Poemas de Gustavo Osorio
Gustavo Osorio
Gustavo Osorio (Ciudad de Puebla, México, 1986). Cursó la Licenciatura en Lingüística y Literatura Hispánica (2011) y la Maestría en Literatura Mexicana (2014) en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, obteniendo en ambos mención Cum Laude. Actualmente cursa el Doctorado en Literatura Hispanoamericana en la misma institución. Fue acreedor al premio de la Facultad de Filosofía y Letras en el área de poesía en el año 2008. Ha publicado algunos poemas en medios nacionales e internacionales, así como el poemario Bonapartes, editado por CONACULTA en 2012 y el libro Reinventar el lirismo (compilador, junto con Alí Calderón) sobre teoría poética en Valparaíso Ediciones (2015). Ha contribuido con traducciones de poesía francesa e inglesa, entre las que destacan el libro Almuerzo con Pancho Villa (Valparaíso, 2015) de Paul Muldoon y Vuelo y otros poemas de Kwame Dawes, de próxima aparición en Valparaíso Ediciones. Es miembro del comité de redacción de la revista franco-marroquí Électron Libre y también ha publicado ensayos críticos enfocados al análisis de la poesía desde la perspectiva de la neoretórica y la teoría de la enunciación en diversos suplementos. Actualmente reside en Puebla.




Poemas de Gustavo Osorio
Del libro Bonapartes


I
[NOMBRE]

Poemas de Gustavo osorio
Llamadme con los nombres del miedo y la venganza,
con las letras que truecan
la dicha en muerte.

Llamadme.

Agotad mi nombre en la voz
del temeroso,
aquel que en el azoro del pavor
repite tres sílabas, ocho letras
y en la circular cúspide de la “o”
alcanza un nombre ya de nadie.

Pues nadie se compara,
de nadie la voz que me nombra,
ninguno ha de atreverse.

Pues todos ya conocen  
la furia en Napoleón.



II
[LINAJE]

Carezco de un dios padre
y de una madre compasiva.
Los restos de los padres de mis
            padres y sus ancestros
yacen bajo la violenta tierra
de mi nacimiento.
No cargo con un escudo de armas.
A mi nombre puerta alguna ha de abrirse.
Mi suerte
pertenecía a los campos de Córcega,
al amor de una campesina
y al pastoreo de cabras.

Pero ha de haber errado algún oráculo,
algo debió cambiar
para que me encontrara otro camino.

Y mi sangre
- la que nada vale y corre por corrientes venas –
será real;
incluso la derramaré para probarlo.



III
[PATRIA]

Soy habitante del lugar ajeno,
mi lengua madre es la del intruso.
Nacido en una isla que pertenece al mar,
soy el hijo de un cualquiera
y de una patria sin alabanzas.

Pero hoy avezo tierra firme
y al desembarcar, cada paso,
cada momento allende los quince años con que cargo,
se ha de forjar un imperio en mi camino.

Marquen este día;
a partir de hoy soy mi patria,
el extranjero será el mundo.



IV
[SUEÑO]

¿Quién podría imaginar
que un mero joven de provincia
podría acaso haber soñado
alguna tarde en las rocas de las
            playas de Córcega
con una inmensa revolución
que cambiaría al mundo
e incluso
que podría cambiarlo a él?

Y hoy,
¿quién osaría recordarle
que el vivir un sueño tan caro
se paga con la vida?


Une tête sans mémoire est une place sans garnison.
[NAPOLEON]

VI
[Josefina]

No sabría exactamente
el preciso momento
o el instante
en que detuviste el giro natural
y calló la música
y el mundo nos abandonó
y el tiempo llegó a importarnos
            lo que el tiempo importa a las rocas.

No sé cuándo
pero sé que fue veloz
como un fuego avanzando en mi noche.

Y fue preciso y eterno

como un rayo en la memoria.